Senderos
Selección (todavía incompleta) de 25 años de montaña
Hay pocas cosas comparables al placer de alcanzar la cumbre tras el esfuerzo de llegar hasta ella.
Sentir la fuerza de la ventisca en el rostro, el olor de tierra tras la lluvia o el aroma de las agujas del pinar.
Montar la tienda en lo más profundo del bosque, ... o sobre la fresca hierba, ... o sobre la nieve helada.
Despertar en la mañana con el canto de los pájaros, el sonido del viento en los árboles o el borboteo del agua en el río.
Y recorrer los senderos perdidos de nuestras sierras, en la soledad de tus pensamientos y la compañía de tus amigos.
A mis grandes camaradas en la montaña Luis y Miguel.
... Y a los nuevos (aunque viejos amigos) Pepe y Jose